Y después de tantas alegrías, de algunos sinsabores...
De tanto correr, de tanto apresurarme...
Hoy solo puedo agradecer, cada paso, cada momento,
cada instante vivido.
Tan consciente del mundo, de lo que llena mis sentidos,
de las personas que tengo conmigo.
Del sol calentando mi piel, de la lluvia que moja mi rostro,
del viento despeinando mis cabellos.
Del beso al despertar, del café de la mañana, de la sonrisa,
de los te quiero, de el cariño sincero,
del amor de la familia,
del recuerdo de los que no están conmigo,
de la conversación,
de la mirada cómplice, del silencio,
de las palabras, de la canción,
de tantas grandes pequeñas cosas,
que día a día disfruto,
y que me hacen darme cuenta
de lo afortunada que soy
por vivir un nuevo día, lleno siempre de ilusión.