El corazón le palpitaba frenéticamente
Avanzo unos pasos...
Avanzo unos pasos...
El deseo era casi insoportable,
el sonido de sus voz le hacía estremecer
Y, al estar cerca...
No necesitó ni una fracción de segundo para convencerse
Sabía que todo aquello era inútil, prohibido, ridículo.
Y sin embargo,
se rendía sin condiciones.
Rodeo su cuello con los brazos y lo estrecho con fuerza.
En ese momento su universo se concentraba
en esa pequeña braza
en esa pequeña braza
que resguardaba las cenizas.
En efecto...
Irremediable...
El fuego no se había apagado
la presencia, hacía que de ese pequeño rescoldo,
la presencia, hacía que de ese pequeño rescoldo,
la llama avivara.
5 comentarios:
Siempre queda rescoldo,lo mejor es apagarlo totalmente, porque en caso de avivarlo,vuelve a renacer y al final volveras a sufrir y alargar la pena...me ha gustado mucho...un besote preciosa
Ya dependeria de saber dentro de nosotros mismos si lo que deseamos es que la llama reviva, porque si despues de sincerarnos, no es lo que deseamos, solo se sufiria, como dice Fibonacci.
Pero cuando distanciarse fue algo que jamas se deseo, reavivar una llama puede ser la segunda oportunidad que todos merecemos.
Besote guapa!
Un pequeño rescoldo es capaz de convertirse en una inmensa hoguera, imposible de apagar si se alimenta de la intensa pasion de los amantes y sin apenas darse cuenta.
Besos.
Lunna.
Hola Brisa te dejo un pequeño juego en mi blog, por si quieres compartir que guardas en tu mesilla de noche.
Siempre esun placer de pasear y quedar atrapada entre tus palabras llenas de pasion.
Besos.
Lunna.
Lindo leerte Brisa, eso es lo que tienen los rescoldos que la mayoría de las veces causan más dolor.
Besos desde la distancia más corta
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